domingo, 17 de diciembre de 2017

Incidente crítico

INCIDENTE CRÍTICO
Recuerdo una situación del pasado en la que las tecnologías nos jugaron una mala pasada. Cuando teníamos 16 años, unos amigos y yo hicimos un plan clandestino; el plan se trataba de hacer una escapada a la casa del pueblo de un amigo a burgos y pasar la noche allí, cosa que mi amigo tenía prohibido por sus padres.

A pesar de ello, nosotros planeamos pasar la noche de un sábado en aquella casa. Aparentemente el plan era perfecto, mi amigo estaba seguro de que la casa estaría libre y nadie iba a tener noticia de nuestra visita. Todos teníamos nuestra coartada en casa, la mayoría dijimos que íbamos a una fiesta de un pueblo al que teníamos que acceder en bus por lo que volveríamos a casa por la mañana del día siguiente.

Sin embargo, después de pasarlo en grande, al día siguiente tuvimos noticia de que los padres de mi amigo se percataron de que habíamos estado ahí. ¿Cómo era posible? Resulta que el padre de mi amigo, conocedor de las nuevas tecnologías, con su teléfono móvil rastreó la ubicación del móvil de mi amigo y descubrió que se encontraba en la casa del pueblo.


Aquella historia me hizo reflexionar, me di cuenta de que hoy en día resulta complicado por no decir imposible que nadie sepa donde estés, la cantidad de chips, como el del DNI, o de dispositivos que llevamos encima en todo momento facilitan la información de tu ubicación. Por consiguiente, la privacidad se convierte cada vez en una situación de mayor exclusividad.

Situaciones online y offline

Situaciones online

1.     Cuando estoy manteniendo una conversación por whatsapp pienso en que las grandes empresas pueden llegar a leer lo que escribo y me siento vigilado, como si estuvieran invadiendo mi vida privada.
2.     Cuando veo videos en youtube pienso en las sugerencias que me aparecen y en cómo coinciden con mis gustos y me siento controlado y vulnerable, como si tuviesen un registro de mis anteriores búsquedas.
3.     Cuando navego por facebook pienso en la cantidad de gente desconocida que tiene la posibilidad de ver mi foto perfil y mi nombre, incluso teniendo la cuenta en privado, y me siento fichado y controlado.

Situaciones offline

1.     Cuando estoy leyendo un libro pienso en situaciones de la vida cotidiana que se me vienen a la mente en relación a los que estoy leyendo y me siento comprendido y relajado.
2.     Cuando estoy escuchando música pienso en momentos y personas relacionadas con diferentes canciones, lo cual hace que me sienta orgulloso de haber conocido a ciertas personas y  de haber vivido algunas experiencias.
3.     Cuando estoy pasando el rato con los amigos pienso en lo afortunado que soy por tener a gente que le importo y me siento respaldado, protegido y feliz.


Resulta interesante tener en cuenta que en las situaciones online me siento más desprotegido, desamparado o expuesto, mientras que en las situaciones offline mis sentimientos son de tranquilidad y relajación. Probablemente los videos vistos en clase han tenido influencia en descubrir los peligros que se entrañan dentro de la red.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Incidente crítico

En alguna ocasión, tras haber realizado la compra on-line de un billete de autobús o avión, me he encontrado con que se abría una pestaña nueva en el buscador, ofreciendo un vale de cierta cantidad de dinero para gastar en futuras compras de billetes. 

Por un lado, me sorprende que regalen dinero con esa facilidad, sin haber participado en ningún sorteo ni haber sido consciente de promoción alguna. Al mismo tiempo, me asombro al ver que la empresa que se encarga de ofrecer este dinero nada tiene que ver con aquella a la que he pagado por el billete. Esto produce que empiece a sospechar.

Además, me doy cuenta de la gran cantidad de datos a introducir: nombre y apellidos, dirección postal y correo electrónico, número de teléfono, etc. me doy cuenta de que se trata de un engaño casi con total certeza, y no tomo el riesgo de intentar ver qué pasa. Considero que las consecuencias negativas superarán, con toda probabilidad, al supuesto ticket regalo del que hablan. 

Finalmente, siento frustración, porque a pesar de no haber caído en la que considero una trampa, mi subconsciente en un primer momento se ha sentido con la tentación de hacerlo. Reflexiono acerca del poder de la publicidad que considero engañosa, sobre la manera en que un mensaje visualmente atractivo y redactado con cierta estrategia puede tentar al cliente. Y me quedo con las ganas de saber qué hay detrás de ello, hasta qué punto es una mentira o no y, en qué medida se aprovechan de la gente que cae en su trampa.

Situaciones ON-LINE y OFF-LINE

Situaciones online:

A continuación, expongo tres situaciones en las que he estado mientras me encontraba online, todas ellas asociadas a algún momento en el que me he sentido sorprendida por lo acontecido: 
  • Después de haber buscado un vuelo en alguna web de búsqueda, entro en Facebook y empiezan a aparecer ofertas de vuelos, precios de estancias en hoteles de la ciudad a la que estaba planeando ir. Pienso hasta qué punto la publicidad se aprovecha de nuestra huella digital para hacer lo que le interesa. Siento incredulidad y miedo hacia tal intrusión en mi vida privada.
  • Momento en el que, tras haber realizado fotos con el móvil, estas se sincronizan inmediatamente con la nube para poder acceder a ellas desde cualquier dispositivo. Pienso si de verdad he dado permiso para ello, y me doy cuenta de que, probablemente sí, pero sin haber sido muy consciente de ello. Me produce asombro, porque en parte me parece una gran ventaja, pero, por otro lado, no sé hasta qué punto puedo controlar esa situación.
  • Entrar en una página web de alguna tienda online y, en el momento de hacer el pago ver que está el número de tarjeta guardado de anteriores ocasiones. Pienso si de verdad he dado permiso para ello y siento frustración, ya que no me siento a gusto sabiendo que mi cuenta está guardada en algún sitio. Por mucho que las páginas web te hablen de que son seguras, ya no sé hasta qué punto lo son de verdad. 
      
    
Situaciones offline:

  • Días en los que no tienes demasiadas obligaciones y sales a dar una vuelta. Paseo por la ría de Bilbao, contemplando el paisaje y disfrutando de la ciudad. Pienso que estos momentos de desconexión son necesarios y me siento a gusto, relajada.
  • Momento en el fin de semana en que quedas con amigas y amigos para tomar algo, charlar… Pienso que tengo suerte de tener a gente a mi alrededor que se preocupa por mí, que yo también me preocupo por ellos. Me siento a gusto, feliz y contenta.
  • Entras en un bar o una tienda y de repente sientes un estímulo como un olor que te transporta a algún lugar o una canción que te traiga algún recuerdo a la mente. Pienso en el poder de lo que no es verbal ni visual, elementos que parecen no tener tanta importancia pero que, de igual manera, producen efectos mucho más poderosos en ocasiones. Siento orgullo por lo vivido, ya que en general se trata de momentos de felicidad o buenos recuerdos.
      
       
Es curioso ver cómo he relacionado los momentos on-line con riesgos o amenazas y los offline con situaciones de felicidad o mayor placer. Puede que el contexto en que se nos ha pedido esta tarea, debido a que hubiéramos hablado de la vigilancia y control que suponen las tecnologías y demás rasgos a tener en cuenta para andar con precaución en la red haya repercutido en el tipo de situaciones que he elegido. Pero, igualmente, esto me da qué pensar…